sábado, 12 de noviembre de 2011

Desilusión pólitica


Dolido estoy en mi despertar diario,
esperando el nacer del libertador.
Sueño impaciente a la mujer que para a alguien
que nos lleve a la casa de Bor.

Y pasa el tiempo, mientras yo sentado
veo pasar con fanfarrias de clarines,
tropeles de lúcidos que van destinados
a saciar sus ganas con el poder del estado.

Y pasa el tiempo, mientras yo envejezco
metido en mis recuerdos de promesas anteriores.
Mas como soy simple y de corazón claro
olvido y espero la legalidad del hombre.

Pero espero y pienso, mientras me voy durmiendo,
que como es posible llegarme a razones
si entre dos pueblos unidos en la idea,
“primero cubro mis caprichos”, y si queda algo…
¡Tuya es la “Pedrea”!

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