sábado, 12 de noviembre de 2011

Amor prohibido

Hoy ha cantado un ruiseñor en mi ventana,
le llevo añorando hace tiempo y no estaba.
Pero hoy se ha posado en el rellano
y me ha llamado y me ha dicho que me amaba.

Y yo que estaba con los ojos muy cerrados,
me he quedado quietecita por si acaso,
por si al pensar que estaba dormidita,
me dijera lo que yo quería oír
sin romper su timidez en mil pedazos.

Y me ha dicho que de volar ya estaba harto,
que buscando no sé qué se había perdido,
que de tanto bolar sus plumas se han ajado,
que quiere con migo hacer el nido,
y que desde hoy quiere estar siempre a mi lado.

Y yo que deseaba oír ese cantar,
no he podido aguantar ese arrebato.
He abierto mis ojos, que eran fuego,
y al mirar a sus ojos apasionada,
mi tímido ruiseñor, ha volado.

Y he querido seguirle al infinito,
pero las rejas de mi jaula me han parado.
Y he llorado el consuelo del amor
que una jaula, aunque de oro, me ha robado.



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